El museo de la Almoina mostrará el esqueleto de un romano torturado en una guerra civil
El museo de la Almoina mostrará el esqueleto de un romano torturado en una guerra civil
Una matanza. Algo tan terrible es lo que mostrará el Museo de la Almoina cuando abra al público en marzo de 2007. En una de las salas se expondrá el esqueleto de un romano torturado y con las piernas mutiladas, en unos hechos acaecidos en el siglo I a. C. y en la cruel guerra civil que enfrentó a Pompeyo y Sertorio.
Valencia se alió con Sertorio y esa fue su perdición. Hace un par de años, una de las campañas arqueológicas realizadas por el Ayuntamiento sacó a la luz al menos a quince esqueletos de romanos ejecutados tras la entrada de las tropas de Pompeyo en la ciudad del Turia.
Con los brazos en cruz y boca arriba, la principal tesis es que la persona cuyos restos se mostrarán a partir del próximo año fue víctima de una tremenda tortura, debido a que le cortaron las dos piernas por debajo de la rodilla, con lo que seguramente murió desangrado. A su alrededor, salieron un par de lanzas, una espada, un escudo y restos de un casco, indicios de las escaramuzas previas al incendio de numerosos edificios públicos.
El esqueleto se conserva en un almacén del Ayuntamiento en el polígono Vara de Quart y es una de las piezas que se mostrarán al público. 'También encontramos otros que habían sido empalados y algunos con las manos cortadas', dice el coordinador del proyecto, el arqueólogo Albert Ribera.
La intención es situar los restos óseos en la misma zona donde fue hallado, encima del foro de la ciudad republicana. No obstante, estos detalles forman parte del plan museístico que ahora trabajan los técnicos municipales, en coordinación con la empresa que ganó el concurso. El elemento principal trata de los itinerarios que seguirá el público alrededor y por encima de los edificios que se han conservado.
Algunos de estos restos se pueden observar desde la propia plaza, inaugurada el miércoles por la alcaldesa Rita Barberá. Una lámina de cristal permite observar los cimientos y pavimento de parte de la Almoina, aunque faltan al menos nueve meses para que se pueda visitar el museo.
En los últimos veinte años, las sucesivas excavaciones han encontrados miles de piezas de indudable valor histórico. Aún así, la decisión de los técnicos es que sólo se expongan aquellas que enseñen mejor al visitante los edificios de la ciudad fundacional romana y las otras dos urbes construidas encima, en la época visigoda y en la musulmana.
Ribera cita como ejemplo que junto al horreum, una especie de almacén, se colocarán ánforas. En las tumbas visigodas encontradas alrededor de la antigua catedral, el público verá restos de ajuares, y tampoco faltarán los elementos necesarios para los ritos de la fundación de la ciudad, también encontrados en una campaña.
La iluminación, los criterios de conservación y hasta las publicaciones también son objeto del proyecto en el que trabaja una empresa especializada. Ribera cita que la Almoina tendrá una web, donde se detallará toda esta oferta.
Durante la última fase de las excavaciones, el Ayuntamiento ha instalado una exposición provisional, con entrada desde la calle de la Harina. Entonces se llegó a diez mil visitantes en un mes, una cifra que se espera superar con amplitud a partir del próximo año.
El estudio también incluirá un apartado sobre la gestión del futuro museo, bien de manera directa por la concejalía de Cultura o a través de una empresa. En la cercana capilla cárcel de San Vicente Mártir, el gobierno municipal adjudicó un servicio de azafatas e informadores para atender al público. El acceso del museo estará en la calle de la Harina, aunque también se ha colocado un ascensor para minusválidos en la plaza Cors de la Mare de Deu, junto a la Basílica.
Terra Actualidad - Vocento/VMT
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