Periodista Digital
Blog Humanismo Sin Credos
26/12/2006 6. Pasar con atención. Hay quien pasa por las cosas, los acontecimientos, los lugares, los pensamientos, los sentimientos y los hechos sin enterarse de lo que sucede. El pasotismo es cómodo, pero improductivo. Atención pasiva pero también activa.
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7. A veces nos sentimos satisfechos de que los demás nos digan cómo somos. Satisfacción tonta o de tontos, de aquellos que nunca se han preguntado por sus reacciones, por la imagen que ofrecen, por el efecto de sus actos sobre los demás. A nadie debiera sorprender que le dijeran cómo es, en todo caso importaría que aquello que los demás piensan de él coincida o no con su propia opinión. La estima de los demás empieza en la auto-estima. Casi nunca un depresivo llega a deducir que los demás le necesitan a él con igual intensidad que él necesita de los demás.
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8. Hay que reaccionar continuamente y generalmente en contra. Es el continuo "sobreponerse" y el continuo "hacer lo que tengo que hacer". Pero es tonto emprender acciones por el simple ejercicio de hacerlas; la acción debe generar beneficios, entre ellos la propia satisfacción. La situación más "cómoda" para una máquina es el "ralentí" pero tal estado consume energías y no genera movimiento. No es posible esconderse en el simple "estar".
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9.Perdonar a los demás a veces es más fácil que perdonarse a uno mismo. Como en el medio está la virtud, en la vida no cuentan ni los sempiternos autogeneradores de disculpas ni el "yo tengo la culpa de todo".
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10.Casi siempre las personas en su actuar buscan el bien u obran pensando que hacen el bien. "Parece" que abunda más el mal que el bien, pero no es así. Cada uno puede repasar lo que hizo "ayer" y verá que casi todo estaba bien. La generosidad del pensamiento, la magnanimidad de la comprensión, el entender las razones de los demás también es fuente de satisfacción para uno mismo.
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11. Hay que entender "los fallos" y los fracasos también en el sentido positivo que encierran: de ellos se puede aprender para cambiar. En cualquier cosa negativa subyacen consecuencias positivas, especialmente en la relación con las personas. El "ya no le hablo más" siempre es temporal; la vida siempre da oportunidad para comenzar de nuevo, la cuestión es buscar alternativas al infortunio.
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