Educación Padres y ciudadanos petardos. Padres permisisvos, hijos tiranos.
Educación Padres y ciudadanos petardos. Padres permisisvos, hijos tiranos.
Ciudadanos petardos
Puedo comprender las tradiciones falleras y de fuegos artificiales en poblaciones que están acostumbradas a ellos. Si la contaminación acústica les es perjudicial a los vecinos, por ser norma común deberán irse de vacaciones en sus fiestas.
Los típicos fuegos artificiales, vistos desde prudenciales distancias no son excesivamente perjudiciales para los oídos de los niños a la vez que alegran la vista y la fiesta. Lo que es menos comprensible es la moda de tirar petardos con cada vez más carga, que cuando uno va acompañando niños pequeños el susto es morrocotudo además de perjudicial contaminación acústica no perseguida.
Los niños en la zona donde vivo es habitual que practiquen el parque con sus sonoros petardo, donde alguna vez he tenido que avisar a la policía por intentar la quema de contenedores de basura como traca final.
Mal ejemplo para los niños que deben ser corregidos por sus padres, cuando existe el padre educador. Este miércoles entrado en casa con mis hijas pequeñas, de nuevo la traca simuladora en la zona infantil de juegos enfrente de mi portal.
Pero al ver al autor, cual fue mi sorpresa que era supuestamente un padre de familia el que los tiraba. También supuestamente la madre y los hijos a pocos metros, sentados en el interior de un coche. Inmediatamente corrió hacia el vehículo para irse, supongo que contento el colosal ejemplo. La carrerita debió remontarle a sus infantiles años. Que los padres no enseñan ni siquiera esas mínimas normas de comportamiento, la patología de estos ciudadanos petardos nos explica mucho de la crisis de la sociedad, del relativismo moral y del nihilismo existencial.
José Carlos Navarro Muñoz.
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