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CUATRO CONSEJOS PARA SER FELIZ. EL DINERO NO DA LA FELICIDAD

CUATRO CONSEJOS PARA SER FELIZ. EL DINERO NO DA LA FELICIDAD

CUATRO CONSEJOS PARA SER FELIZ. EL DINERO NO DA LA FELICIDAD

EL DINERO ES SECUNDARIO: CUATRO CONSEJOS PARA QUE SEA MÁS FELIZ

Economistas que estudiaron la relación entre la felicidad y las finanzas presentan sus hallazgos.

Sí, el dinero puede comprar la felicidad. Pero tiene que gastarlo con cuidado. Lleve a su padre al estadio de fútbol. Compre una casa cerca de la oficina. Cásese. Salga a cenar con la familia. Tómese unas vacaciones inolvidables y asegúrese de traer recuerdos.

DISFRUTE EL DÍA A DÍA

¿De dónde vienen estos consejos? Hablé con varios académicos especializados en "investigar la felicidad", y les pregunté qué cambios habían hecho en sus vidas.

Probablemente el mayor obstáculo para alcanzar una mayor felicidad sea la llamada adaptación hedónica. Desde luego, uno se entusiasma con el primer ascenso laboral o cuando obtiene un aumento salarial. Pero muy pronto desaparece ese entusiasmo y uno comienza a desear otra cosa.

"Cuando sucede algo bueno, uno debe encontrar una manera de conservarlo durante más tiempo", dice David Schkade, un profesor de gestión del la Universidad de California en San Diego. Por ejemplo, uno puede salir a cenar para celebrar incluso los pequeños logros profesionales. De la misma manera, uno debería com­prar recuerdos o sacar fotos durante las vacaciones, de manera que uno pueda recordar el viaje por más tiempo.

ELUDA EL TRÁFICO

"Hay que combatir la adaptación", sostiene Schkade. "Uno también debo celebrar las cosas pequeñas, no sólo las grandes. Si usted reserva todas las celebraciones para cuando se case o cuando lo nombren. a un alto cargo ejecutivo, entonces no tendrá muchas cosas que celebrar", concluye.

Varios estudios han descubierto que los viajes diario entre la casa y el trabajo son una de las actividades menos agradables de la vida. ¿ La razón? Aunque a menudo nos adaptamos bien a los cambios en la vida, sean estos buenos o malos, es difícil adaptarse a los viajes diarios a la oficina por la sencilla razón que uno nunca esta seguro de cuánto tráfico encontrará. "La falta de control es lo que tiende a inducir el estrés en los seres humanos", observa Andrew Oswald, un profesor de economía en la Universidad de Warwick en Inglaterra. "Me hizo repensar si quería hacer un viaje largo al trabajo todos los días". Hace unos años, Oswald se mudó más cerca de su oficina, reduciendo su viaje al trabajo de 60 a 20 minutos.

Entonces, si los traslados largos al trabajo llevan a tanta infelicidad, ¿por qué la gente se muda a casas o acepta trabajos que les significara pasar horas en el auto o el transporte público?

“Las personas no piensan en como se irán desarrollando las cosas a lo largo del tiempo", afirma Robert Frank, profesor de economía de la Universidad de Comell

VEA A SUS AMIGOS

Suponga que tiene la oportunidad de aceptar un trabajo con un salario mayor, pero que le dejara menos tiempo para hacer vida social. Al principio. le podría parecer un intercambio razonable. Pero con toda probabilidad, rápidamente tomara por garantizado el salario más alto.

Mientras tanto, se perderá compartir más tiempo con sus amigos y familia. Y los estudios sugieren que esos son unos de los momentos más felices que tenemos. "Al principio, tendía a sacrificar mi vida familiar a favor de mi trabajo investigativo", recuerda Riichard Easterlin, un profesor de economía en la Universidad de California del Sur. "Ahora lo hago mucho menos. Salir a cenar con mi familia siempre es una experiencia agradable".

ADQUIERA RECUERDOS

Algunas personas parecen ser intrínsecamente más felices que otras y este rasgo de personalidad parece ser duradero.

Sin embargo, usted puede elevar su nivel de felicidad si piensa con cuidado acerca de como pasa su tiempo, dice el profesor de economía de la Universidad de Princeton Alan Krueger. En este sentido, trate de "comprar experiencias inolvidables", sugiere.

Por ejemplo, Krueger cuenta cómo llevó a su padre a ver el Super Bowl en 2001 (final de fútbol americano) en el que se enfrentaron los New York Giants y los Baltimore Ravens. "Le saqué mucho provecho", dice. "Tuve la anticipación del juego, así como el propio partido. Enmarqué mi boleto". Claro que, agrega, "hubiera sido mejor si hubieran ganado los Giants".

Jonathan Clements

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