LA COBARDÍA Y LOS MIEDOS DE LOS JÓVENES
LA COBARDÍA Y LOS MIEDOS DE LOS JÓVENES
(“De hoy… y… de ayer”)
Aunque es nadar contra corriente, pero como lo vengo haciendo desde hace ya “la tira de años”, no me viene largo… por ello “me lanzo a la corriente” y digo lo que pienso (espero que otros muchos también) y creo, que no es otra cosa que la cobardía enfermiza que las generaciones jóvenes padecen en esta tierra de civilización occidental y la que, ya ha acumulado “demasiados algodones”, por lo que conviene decir cosas que también, los cobardes políticos ni se atreven a tocar… incluso ni los clérigos más actualizados… sigue dando mucho miedo a denominar las cosas por su nombre, por crudo que sea.
Y aquí se viene hablando desde hace ya muchos años, de la falta de natalidad, de las dificultades de “los jóvenes” (viejos muchos, en vicios y experiencias, pero infantilmente mantenidos, por cuanto el voto joven interesa más que el viejo) y en las que les acompañan, sus también débiles padres, que no habiéndolos sabido educar, muchos de ellos, hoy los soportan en la casa paterna… “incluso con ya muchas canas y con algunos dientes o muelas menos de las que corresponden a la caja dental de su edad”… mientras muchos de estos “inservibles”, no carecen de muchos de los vicios que idiotamente, se han acostumbrado a mantener… “para sobrevivir y poder tirar de su inutilidad”… ¿Cuántos hay?... multitudes; vea en su entorno y multiplique por familias. De esto no hay estadísticas, no interesa.
Al hombre joven de hoy no le atrae la aventura que suponga esfuerzo para crear una familia, crear su propio trabajo y en fin, destacar como individuo útil a sí mismo y por ende, a la sociedad… “sí, algunos se descojonan para llegar a esas metas lejanísimas y a las que pocos llegan, puesto que la inmensa mayoría sucumbe”… sí, “el maldito deporte en sus miles de trampas y señuelos que los tiene envenenados. No hablemos de “las tablas y los discos”… o sea, la fama… la maldita fama, que a tantos millones de imbéciles destruye… y nadie, nadie, nadie… se preocupa por desenmascarar a tan terrible monstruo… simplemente no interesa a ese otro dios perverso, o sea… el consumo; y por ende, viene el embrutecimiento humano, que es de lo que hoy y siempre han vivido “los listos” de turno.
Por ello reitero. Démosle su nombre... ES COBARDÍA, ES MIEDO ENORME; es el resultado que hoy presentan esas generaciones "jóvenes" pero en mayoría, fofos y sin fuerzas para luchar noblemente en la lucha cotidiana por la vida... No culpemos sólo al Gobierno... en tiempos de Franco, se vivía mucho peor y con menos medios para todo y sin embargo; LE ECHÁBAMOS COJONES A LA VIDA; y yo mismo (y como yo cientos y cientos de miles) nos casamos y tuvimos hijos (yo 5 de los que 3 me viven y ya tengo seis nietos y otro que… “creo, viene”) y en mi caso me casé en 1963; aún vivo con mi esposa: "aguantándonos mutuamente como es humano ello y lo ha sido siempre, antes no había tanto drama como hoy y menos tanto asesinato, que no es otra cosa que cobardía". Entonces ... ni tenía casa propia, ni nómina fija... pero eso sí, con esos "cojones" supe aguantarme mis miedos (que los tuve como cualquier ser humano)... y nos lanzamos a la vida, mi esposa y yo (21 y 24 años) y en 1968, ya teníamos tres hijos y casa propia (uno se nos murió y otro moriría posteriormente)... ¡Y Dios nos fue ayudando y no nos ha faltado nunca nada de lo necesario y bastante más, de lo superfluo o innecesario... y sin necesidad de firmar nómina alguna! Mi esposa estuvo y sigue en la casa, administrando "el capital del hogar" familiar (donde una buena esposa ayuda con lo que sabe ahorrar).
¿HOY?... Esos cobardes que no tienen valor para asumir el matrimonio y la paternidad responsable, que "hasta los animales cumplen", para perpetuar las especies... esos cobardes, digo y reitero: Quieren un piso bien dotado (yo y millones como yo empezamos viviendo de alquiler); quieren un coche cada uno; quieren alcohol u otras drogas; vestimenta a la moda y muchas otras tonterías, donde se gastan el dinero cuantiosamente (de lo que luego idiotamente se quejan) y quieren no tener miedos ni preocupaciones; que son las palancas que hacen avanzar… ¿y se denominan hombres y mujeres?... ¿Nos reímos o los compadecemos?. Ambas cosas son preocupantes, pero por cuanto ocurre, no tienen estímulos para crear nada, salvo problemas para ellos mismos, sus padres… y sus descendientes, puesto que de tales “progenitores”… ¿qué generaciones pueden sucederles?... terrible pregunta, aún peor y más importante (si cabe) que las que nos hacemos en la actualidad.
¿Está claro el por qué vienen los inmigrantes a millones? Son mucho más fuertes que nuestros débiles “retoños” y es claro, se impondrán a estos antes o después… sino al tiempo.
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen.ciudad.org (allí más)
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