¿La Iglesia es un freno a la democracia?
¿La Iglesia es un freno a la democracia?
¿La Iglesia es un freno a la democracia?
La frecuencia con la que en los últimos tiempos aparecen informaciones sobre la vida de la Iglesia católica no deja indiferente a la sociedad española. Hay quien piensa que el indudable protagonismo social de lo que es y representa la Iglesia, manifiesta una actitud atávica, que pertenece al pasado de la historia y que impide el progreso de la sociedad. Algunos van más allá y consideran que la Iglesia reivindica en este presente social privilegios que ha perdido por la imparable marcha de la historia.
Quienes consideran que la Iglesia es un freno a la democracia y a la verdadera cultura moderna, reflejan su incapacidad para entender y aceptar a una Iglesia diferente a sus perjuicios, fiel a su propio origen y por lo tanto alejada de los criterios de lo políticamente correcto y libre frente a los poderes de la opinión o del Estado. Lo que nos estamos jugando en España es la libertad y el sentido de la vida, y frente a ese riesgo, la Iglesia no puede callar ni perder la memoria de su contribución al desarrollo de la nación. No son pocas las iniciativas que resumen esta apuesta de la Iglesia por la evangelización, que es su mejor servicio la bien común. Las últimas palabras, pronunciadas en este sentido por la Vicepresidenta del Gobierno, muestran que en el mismo y en su partido hay movimientos contarios a los que ella quiere salir al paso y dar un tono de buena amistad, pero, desgraciadamente, los argumentos que utiliza parecen faltos de credibilidad.
Xus
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