Benedicto XVI: defensor de la verdad
Benedicto XVI: defensor de la verdad
Fuente: Yo Influyo
Autor: Yoinfluyo.com
“La verdad no se determina mediante un voto de la mayoría”
«Habemus Papam» indicó el humo blanquecino de una pequeña chimenea en el frontal derecho de la plaza de San Pedro el martes 19 de abril del 2005 a las 17:50 hora de Roma. A las 16:50 el alemán Joseph Ratzinger, quien tomó el nombre de Benedicto XVI, salía al balcón central de la Basílica de San Pedro para dirigir sus primeras palabras al mundo entero como representante de Cristo en la tierra.
La encíclica Dios es Amor
En diciembre de 2005 el Papa Benedicto XVI firmó su primera Encíclicia Deus caritas est, la cual centra su mensaje en la idea de que:
“Hemos creído en el amor de Dios: así puede expresar el cristiano la opción fundamental de su vida. No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva”.
Benedicto XVI y su relación con Juan Pablo II
Joseph Ratzinger fue la mano derecha de Juan Pablo II durante muchos años, e incluso en su sepelio como Decano del Colegio Cardenalicio fue el encargado de oficiar la misa funeral y pronunciar la Homilía que sacudió al mundo "Tenemos el corazón lleno de tristeza, pero también de alegre esperanza y de profunda gratitud. Este es nuestro estado de ánimo… Podemos estar seguros de que nuestro amado Papa está ahora en la ventana del Padre, nos ve y nos bendice. Sí, nos bendiga Santo Padre. Nosotros ponemos tu alma en manos de la Madre de Dios, tu Madre, que te ha guiado cada día y te guiará ahora a la gloria eterna de su Hijo"
A los pocos días, Benedicto XVI sucedió a Juan Pablo II. Mucho se especuló sobre esa suceción, pero José Angel Agejas ha remarcado acertadamente que el Pontífice Alemán «no ha caído en la tentación de imitar a su antecesor», añadiendo, «Creo que ha sabido marcar su estilo y lo mejor que ha hecho es no tratar de imitarle, sino mostrarse como es él y no como algunos podían esperar que lo hiciera o forzarle a que lo hiciera».
En el 50 Aniversario de la ordenación sacerdotal de Joseph Ratzinger, el entonces Papa Juan Pablo II, le envió una carta de felicitación muy efusiva y en la que expresa “En esta ocasión tan significativa para Usted, me gustaría decirle que la comunión espiritual que siempre ha mostrado hacia el Sucesor de Pedro ha sido de gran ayuda en el esfuerzo diario de mi servicio a Cristo y la Iglesia. Por eso rezo al Señor, a través de la intercesión de la Santísima Virgen María, para que le conceda bendiciones celestiales a Usted, a su ministerio y a todos sus seres queridos, mientras le imparto una especial Bendición Apostólica de corazón a Usted con un sentimiento de afecto fraternal”. ver carta
Por su parte Andrea Tornelli , asegura en declaraciones a Zenit que «Wojtyla hablaba más con gestos, Ratzinger con palabras. Wojtyla era más comunicativo, Ratzinger más comedido. Wojtyla estaba más proyectado en una dimensión planetaria, Ratzinger parece mirar más hacia Europa y al riesgo de que pierda su identidad». Pero, añade, «desde el punto de vista doctrinal se da una continuidad absoluta».
Su sencillez y calidad
Desde que Benedicto XVI era cardenal, prefería tomar el autobús y el tranvía en vez de solicitar un coche oficial. "Es imposible hacer un autorretrato; es difícil juzgarse a sí mismos. Puedo decir sólo que provengo de una familia muy sencilla, muy humilde, y por eso más que un cardenal me siento un hombre sencillo." Esa sencillez sigue siendo marca en su pontificado “Benedicto XVI es un hombre de interioridades, un intelectual posmoderno. Un hombre que, si pudiera, hablaría siempre de tú a tú” comenta Vittorio Messori.
“Es un Papa que sabe escuchar, que tiene una gran capacidad para poner las preguntas en los puntos fundamentales, que está muy atento a las propuestas”
"Sí, deseé retirarme en 1991, en 1996 y en 2001, pues tenía la idea de escribir algunos libros y de volver a mis estudios, como lo ha hecho el cardenal Martini. Pero, al ver el sufrimiento del Papa, no puedo decirle "Me retiro, me dedico a mis libros"..." Tengo que continuar" .
“Me hubiera gustado poder recorrer el terreno del Marienfeld con el Papamóvil en todas direcciones, para poder estar cerca de cada uno de vosotros. Por la dificultad que presentaban los caminos no me fue posible, pero saludo a todos y cada uno de vosotros de todo corazón. El Señor ve a cada uno de vosotros.”
Su posición ante las diversas corrientes que se enfrentan en la Iglesia
No bajó la exigencia del mensaje cristiano para adaptarlo a las nuevas corrientes, pero tampoco ha dudado en escuchar. Francisco Varo subraya la escena «del Papa sentado, charlando con los cardenales en la entrega de los capelos cardenalicios, preguntándoles por la situación de la Iglesia, especialmente de los principales problemas o cuestiones que hay que tratar», una imagen que revela que «es un Papa que se sienta a hablar y escucha».
El hoy Papa llegó a ser Prefecto para la Congregación de la Doctrina de la Fe. Hans Küng fue suspendido por el Vaticano para oficiar como sacerdote y para enseñar teología católica por sus feroces críticas "a la escasez de reforma en la Iglesia" y por poner en duda el dogma de la infabilidad del Papa cuando habla ’ex catedra’. Küng ha dicho, tras reencontrarse con Ratzinger, que el Papa "es un hombre abierto que escucha con atención".
El intelectual
“Ratzinger, el académico al que se le entiende”. Benedicto XVI es un profesor, pero con un gran respeto por su interlocutor. Habla con densidad y seriedad, pero esforzándose por hacerse entender. Y esto la gente lo percibe Ratzinger, el académico al que se le entiende. Este Papa quiere simplificar las cosas. Recuerdo que una vez le pregunté, -“Eminencia, me imagino que como buen bávaro le gustaría que el centro de la Iglesia estuviera en Alemania...”-. Él me miró un poco sorprendido y me dijo: -“Por Dios, tendríamos una Iglesia demasiado organizada. Y la organización sofoca el Espíritu”-. A Ratzinger no le gusta el barroquismo curial y la hipertrofia burocrática. Busca simplificar, aligerar las cosas».
“En sus homilías y discursos ha combinado la suavidad de formas con la precisión de conceptos, y con sabiduría de maestro ha ido empapando mentes y corazones como la lluvia serena que penetra la tierra y la hace fructificar”, así expresa, Monseñor Sainz Meneses
A los políticos
”Parece legítima y provechosa una sana laicidad del Estado, en virtud de la cual las realidades temporales se rigen según normas que les son propias, a las que pertenecen también esas instancias éticas que tienen su fundamento en la existencia misma del hombre. Entre estas instancias, tiene seguramente una relevancia primaria ese «sentido religioso» con el que se expresa la apertura del ser humano a la Trascendencia. Un Estado sanamente laico también tendrá que dejar lógicamente espacio en su legislación a esta dimensión fundamental del espíritu humano. Se trata, en realidad, de una «laicidad positiva», que garantice a cada ciudadano el derecho de vivir su propia fe religiosa con auténtica libertad, incluso en el ámbito público.”
“Las relaciones ente los Estados y en los Estados son justas en la medida en que respetan la verdad. Sin embargo, cuando se ultraja la verdad, la paz queda amenazada, el derecho comprometido, y entonces, por lógica consecuencia, se desencadenan las injusticias. Éstas son fronteras que dividen a los países de manera mucho más profunda que los confines trazados por los mapas geográficos y, con frecuencia, no son sólo fronteras externas, sino también internas a los Estados. Estas injusticias asumen también nuevos rostros; por ejemplo, el rostro del desinterés y del desorden, que llega a dañar a la estructura de esa célula original de la sociedad, la familia; o el rostro de la prepotencia o de la arrogancia, que puede llegar incluso al arbitrio, acallando a quien no tiene voz o fuerza para que pueda ser escuchada, como sucede en el caso de la injusticia que, hoy, es quizá la más grave, es decir, la que suprime la vida humana naciente.”
A los científicos
“El análisis sereno de los datos científicos, por otra parte, lleva a reconocer la presencia de esta dignidad en toda fase de la vida humana, comenzando por el primer momento de la fecundación. La Iglesia anuncia y propone estas verdades no sólo con la autoridad del Evangelio, sino también con la fuerza que deriva de la razón, y precisamente por este motivo siente el deber de interpelar a cada hombre de buena voluntad con la certeza de que la acogida de estas verdades necesariamente beneficiará a los individuos y a la sociedad. Es necesario, de hecho, defenderse de los riesgos de una ciencia y de una tecnología que se consideren completamente autónomas de las normas morales inscritas en la naturaleza del ser humano.”
“Algunas tendencias o corrientes culturales pretenden dejar a los hombres en un estado de minoridad, de infancia o de adolescencia prolongada. Al contrario, la palabra de Dios nos estimula decididamente a la madurez y nos invita a comprometernos con todas nuestras fuerzas en un alto grado de humanidad.[...] Por eso, me dirijo particularmente a vosotros, queridos e ilustres académicos, para exhortaros a promover con entusiasmo y pasión, cada uno en su campo propio de estudio e investigación, la edificación de este nuevo humanismo. Tenéis la tarea de volver a proponer, con vuestra competencia, la belleza, la bondad y la verdad del rostro de Cristo, en quien todo hombre está llamado a reconocer sus rasgos más auténticos y originales, el modelo que hay que imitar cada vez mejor.
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“La verdad no se determina mediante un voto de la mayoría”
«Habemus Papam» indicó el humo blanquecino de una pequeña chimenea en el frontal derecho de la plaza de San Pedro el martes 19 de abril del 2005 a las 17:50 hora de Roma. A las 16:50 el alemán Joseph Ratzinger, quien tomó el nombre de Benedicto XVI, salía al balcón central de la Basílica de San Pedro para dirigir sus primeras palabras al mundo entero como representante de Cristo en la tierra.
La encíclica Dios es Amor
En diciembre de 2005 el Papa Benedicto XVI firmó su primera Encíclicia Deus caritas est, la cual centra su mensaje en la idea de que:
“Hemos creído en el amor de Dios: así puede expresar el cristiano la opción fundamental de su vida. No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva”.
Benedicto XVI y su relación con Juan Pablo II
Joseph Ratzinger fue la mano derecha de Juan Pablo II durante muchos años, e incluso en su sepelio como Decano del Colegio Cardenalicio fue el encargado de oficiar la misa funeral y pronunciar la Homilía que sacudió al mundo "Tenemos el corazón lleno de tristeza, pero también de alegre esperanza y de profunda gratitud. Este es nuestro estado de ánimo… Podemos estar seguros de que nuestro amado Papa está ahora en la ventana del Padre, nos ve y nos bendice. Sí, nos bendiga Santo Padre. Nosotros ponemos tu alma en manos de la Madre de Dios, tu Madre, que te ha guiado cada día y te guiará ahora a la gloria eterna de su Hijo"
A los pocos días, Benedicto XVI sucedió a Juan Pablo II. Mucho se especuló sobre esa suceción, pero José Angel Agejas ha remarcado acertadamente que el Pontífice Alemán «no ha caído en la tentación de imitar a su antecesor», añadiendo, «Creo que ha sabido marcar su estilo y lo mejor que ha hecho es no tratar de imitarle, sino mostrarse como es él y no como algunos podían esperar que lo hiciera o forzarle a que lo hiciera».
En el 50 Aniversario de la ordenación sacerdotal de Joseph Ratzinger, el entonces Papa Juan Pablo II, le envió una carta de felicitación muy efusiva y en la que expresa “En esta ocasión tan significativa para Usted, me gustaría decirle que la comunión espiritual que siempre ha mostrado hacia el Sucesor de Pedro ha sido de gran ayuda en el esfuerzo diario de mi servicio a Cristo y la Iglesia. Por eso rezo al Señor, a través de la intercesión de la Santísima Virgen María, para que le conceda bendiciones celestiales a Usted, a su ministerio y a todos sus seres queridos, mientras le imparto una especial Bendición Apostólica de corazón a Usted con un sentimiento de afecto fraternal”. ver carta
Por su parte Andrea Tornelli , asegura en declaraciones a Zenit que «Wojtyla hablaba más con gestos, Ratzinger con palabras. Wojtyla era más comunicativo, Ratzinger más comedido. Wojtyla estaba más proyectado en una dimensión planetaria, Ratzinger parece mirar más hacia Europa y al riesgo de que pierda su identidad». Pero, añade, «desde el punto de vista doctrinal se da una continuidad absoluta».
Su sencillez y calidad
Desde que Benedicto XVI era cardenal, prefería tomar el autobús y el tranvía en vez de solicitar un coche oficial. "Es imposible hacer un autorretrato; es difícil juzgarse a sí mismos. Puedo decir sólo que provengo de una familia muy sencilla, muy humilde, y por eso más que un cardenal me siento un hombre sencillo." Esa sencillez sigue siendo marca en su pontificado “Benedicto XVI es un hombre de interioridades, un intelectual posmoderno. Un hombre que, si pudiera, hablaría siempre de tú a tú” comenta Vittorio Messori.
“Es un Papa que sabe escuchar, que tiene una gran capacidad para poner las preguntas en los puntos fundamentales, que está muy atento a las propuestas”
"Sí, deseé retirarme en 1991, en 1996 y en 2001, pues tenía la idea de escribir algunos libros y de volver a mis estudios, como lo ha hecho el cardenal Martini. Pero, al ver el sufrimiento del Papa, no puedo decirle "Me retiro, me dedico a mis libros"..." Tengo que continuar" .
“Me hubiera gustado poder recorrer el terreno del Marienfeld con el Papamóvil en todas direcciones, para poder estar cerca de cada uno de vosotros. Por la dificultad que presentaban los caminos no me fue posible, pero saludo a todos y cada uno de vosotros de todo corazón. El Señor ve a cada uno de vosotros.”
Su posición ante las diversas corrientes que se enfrentan en la Iglesia
No bajó la exigencia del mensaje cristiano para adaptarlo a las nuevas corrientes, pero tampoco ha dudado en escuchar. Francisco Varo subraya la escena «del Papa sentado, charlando con los cardenales en la entrega de los capelos cardenalicios, preguntándoles por la situación de la Iglesia, especialmente de los principales problemas o cuestiones que hay que tratar», una imagen que revela que «es un Papa que se sienta a hablar y escucha».
El hoy Papa llegó a ser Prefecto para la Congregación de la Doctrina de la Fe. Hans Küng fue suspendido por el Vaticano para oficiar como sacerdote y para enseñar teología católica por sus feroces críticas "a la escasez de reforma en la Iglesia" y por poner en duda el dogma de la infabilidad del Papa cuando habla ’ex catedra’. Küng ha dicho, tras reencontrarse con Ratzinger, que el Papa "es un hombre abierto que escucha con atención".
El intelectual
“Ratzinger, el académico al que se le entiende”. Benedicto XVI es un profesor, pero con un gran respeto por su interlocutor. Habla con densidad y seriedad, pero esforzándose por hacerse entender. Y esto la gente lo percibe Ratzinger, el académico al que se le entiende. Este Papa quiere simplificar las cosas. Recuerdo que una vez le pregunté, -“Eminencia, me imagino que como buen bávaro le gustaría que el centro de la Iglesia estuviera en Alemania...”-. Él me miró un poco sorprendido y me dijo: -“Por Dios, tendríamos una Iglesia demasiado organizada. Y la organización sofoca el Espíritu”-. A Ratzinger no le gusta el barroquismo curial y la hipertrofia burocrática. Busca simplificar, aligerar las cosas».
“En sus homilías y discursos ha combinado la suavidad de formas con la precisión de conceptos, y con sabiduría de maestro ha ido empapando mentes y corazones como la lluvia serena que penetra la tierra y la hace fructificar”, así expresa, Monseñor Sainz Meneses
A los políticos
”Parece legítima y provechosa una sana laicidad del Estado, en virtud de la cual las realidades temporales se rigen según normas que les son propias, a las que pertenecen también esas instancias éticas que tienen su fundamento en la existencia misma del hombre. Entre estas instancias, tiene seguramente una relevancia primaria ese «sentido religioso» con el que se expresa la apertura del ser humano a la Trascendencia. Un Estado sanamente laico también tendrá que dejar lógicamente espacio en su legislación a esta dimensión fundamental del espíritu humano. Se trata, en realidad, de una «laicidad positiva», que garantice a cada ciudadano el derecho de vivir su propia fe religiosa con auténtica libertad, incluso en el ámbito público.”
“Las relaciones ente los Estados y en los Estados son justas en la medida en que respetan la verdad. Sin embargo, cuando se ultraja la verdad, la paz queda amenazada, el derecho comprometido, y entonces, por lógica consecuencia, se desencadenan las injusticias. Éstas son fronteras que dividen a los países de manera mucho más profunda que los confines trazados por los mapas geográficos y, con frecuencia, no son sólo fronteras externas, sino también internas a los Estados. Estas injusticias asumen también nuevos rostros; por ejemplo, el rostro del desinterés y del desorden, que llega a dañar a la estructura de esa célula original de la sociedad, la familia; o el rostro de la prepotencia o de la arrogancia, que puede llegar incluso al arbitrio, acallando a quien no tiene voz o fuerza para que pueda ser escuchada, como sucede en el caso de la injusticia que, hoy, es quizá la más grave, es decir, la que suprime la vida humana naciente.”
A los científicos
“El análisis sereno de los datos científicos, por otra parte, lleva a reconocer la presencia de esta dignidad en toda fase de la vida humana, comenzando por el primer momento de la fecundación. La Iglesia anuncia y propone estas verdades no sólo con la autoridad del Evangelio, sino también con la fuerza que deriva de la razón, y precisamente por este motivo siente el deber de interpelar a cada hombre de buena voluntad con la certeza de que la acogida de estas verdades necesariamente beneficiará a los individuos y a la sociedad. Es necesario, de hecho, defenderse de los riesgos de una ciencia y de una tecnología que se consideren completamente autónomas de las normas morales inscritas en la naturaleza del ser humano.”
“Algunas tendencias o corrientes culturales pretenden dejar a los hombres en un estado de minoridad, de infancia o de adolescencia prolongada. Al contrario, la palabra de Dios nos estimula decididamente a la madurez y nos invita a comprometernos con todas nuestras fuerzas en un alto grado de humanidad.[...] Por eso, me dirijo particularmente a vosotros, queridos e ilustres académicos, para exhortaros a promover con entusiasmo y pasión, cada uno en su campo propio de estudio e investigación, la edificación de este nuevo humanismo. Tenéis la tarea de volver a proponer, con vuestra competencia, la belleza, la bondad y la verdad del rostro de Cristo, en quien todo hombre está llamado a reconocer sus rasgos más auténticos y originales, el modelo que hay que imitar cada vez mejor.
Preguntas o comentarios al autor
Catholic.net busca unir los esfuerzos de todos los católicos en la red, con el fin de dar una mayor visibilidad y promoción al trabajo evangelizador que realizan las diversas instituciones y realidades eclesiales en Internet, brindando además, servicios de alta calidad y contenidos fieles al Magisterio de la Iglesia.
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