DÍA DE LA TIERRA Y REINGENIERÍA SOCIAL ANTICRISTIANA. Por Juan C. Sanahuja.

DÍA DE LA TIERRA Y REINGENIERÍA SOCIAL ANTICRISTIANA. Por Juan C. Sanahuja.

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15-05-2006
 
El pasado 22 de abril se celebró el Día de la Tierra que, en muchos aspectos, está indisolublemente unido a los llamados derechos sexuales y reproductivos y a los intentos como el de la Carta de la Tierra para implantar una única y sincretista religión universal…. Annan señaló una constante en los intentos de “reingeniería de las religiones”, un panteísmo cada vez menos disimulado, que informa lo que en documentos oficiales la ONU se llama globalización de las creencias religiosas.

  
 
El manifiesto oficial del Earth Day Network 2006 (Red Día de la Tierra) comienza con un pasaje de la Carta de la Tierra, expresamente creada para sustituir a los 10 Mandamientos y llegar a ser el nuevo paradigma ético del nuevo milenio, como declaró en 1992 uno de sus promotores, el ruso Mikhail Gorbachov.

La Tierra es nuestro hogar y el hogar de todos los seres vivos. La Tierra misma está viva. Somos partes de un universo en evolución. Somos miembros de una comunidad de vida interdependiente con una magnificente diversidad de formas de vida y culturas. Nos sentimos humildes ante la belleza de la Tierra y compartimos una reverencia por la vida y las fuentes de nuestro ser...’

(extracto de la Carta de la Tierra)”. En 1970, uno de los mayores promotores económicos del control de natalidad, Hugh Moore, apoyó económicamente al senador norteamericano Gaylord Nelson, para instituir el Día de la Tierra. La paternidad sobre ese día se la atribuye también John McConnell, autor de la Carta Magna de la Tierra y la Declaración de Derechos Planetarios (1969), esta última presentada en una conferencia de la UNESCO, en San Francisco.

La iniciativa tuvo como base antiguas asociaciones ambientalistas norteamericanas como el Sierra Club (1862) y la Audubon Society (1905), y otras más modernas como la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza fundada en 1948 y revitalizada en 1961 tras la creación del Fondo Mundial para la Vida Silvestre (World Wildlife Fund, WWF).

Estas organizaciones formaron una alianza con instituciones que se proponen el control de la población mundial y en 1981, las asociaciones nombradas y la National Parks and Conservation Association, el Natural Resources Defense Council, Enviromental Action se unieron al Population Crisis Comitee, Population Reference Bureau, Zero Population Growth, el Population Action Council y la International Planned Parenthood Federation (IPPF), la multinacional del aborto y formaron un bloque único para obtener del Congreso de los Estados Unidos planes concretos de control de población a nivel mundial.

La Red Día de la Tierra

Actualmente existe una red, la Earth Day Network, integrada por numerosas organizaciones abortistas, ecologistas, feministas, lesbofeministas, etc., como por ejemplo Population Action International, World Wildlife Fund (WWF), Women’s Environment and Development Organization (WEDO), Humane Society International, National Wildlife Federation, Earth Justice Legal Defense Fund, el Earth Council (Consejo de la Tierra-Carta de la Tierra), etc.

Encontramos en el Consejo Internacional de la Red a varios activistas del proyecto Carta de la Tierra y también de la Alianza de las Civilizaciones, como Maurice Strong y Nafis Sadik, ex-directora del Fondo para la Población de la ONU, promotora del “derecho universal al aborto” y en concreto del Protocolo Opcional del CEDAW. Sadik sigue siendo asesora del Secretario General de la ONU, y actualmente es directiva del Centro para los Derechos Reproductivos (CRLP) de Nueva York, que impulsa, promueve y sostiene económicamente causas judiciales a nivel mundial para legalizar el aborto, especialmente en Iberoamérica (Colombia, por ejemplo).

Forman parte también en el Consejo para el Día de la Tierra, Lester Brown, activista del ecologismo catastrofista, cabeza del Worldwach Institute; y otros personajes promotores de la cultura de la muerte como Gro Harlem Brundtland, que presidiendo una Comisión de la ONU que llevó su nombre, fue la primera sostuvo públicamente el binomio: control de natalidad-salvaguarda del medioambiente, y a la que le debemos el concepto de “desarrollo sostenible”; ex-Directora de la Organización Mundial de la Salud; abanderada de los derechos sexuales y reproductivos (homosexualidad-aborto), etc. El Consejo además, cuenta entre sus afiliados, sólo en los Estados Unidos, con más de 400 instituciones universitarias e institutos de estudios superiores.

Una religión única o el sincretismo universal

El Secretario General de la ONU, Kofi Annan en el año 2000, en el discurso inaugural de la sesión especial de la Asamblea General llamada Pekín más 5, hizo suya una afirmación de las organizaciones eco-feministas enroladas en la Red Día de la Tierra: “Nosotros no somos huéspedes de este planeta. Nosotros le pertenecemos”. De este modo, Annan señaló una constante en los intentos de “reingeniería de las religiones”, un panteísmo cada vez menos disimulado, que informa lo que en documentos oficiales la ONU se llama globalización de las creencias religiosas.

En este contexto hay que encuadrar este “culto” al Día de la Tierra, informado por la Carta de la Tierra y con las organizaciones que la promueven como el Consejo de la Tierra, el Centro Interconfesional del Diálogo, (también llamado Templo del Entendimiento Universal); el Global Forum of Spiritual and Parlamentary Leaders for Human Survival; organizaciones eco-abortistas, indigenistas (cultos a la Pacha Mama, la Madre Tierra); lesbofeministas (cultos a la diosa Gaia); sectas orientalistas como la Baháí International Community, una institución new age pro-homosexual que, por ejemplo, organizó en Miami (1992), la Conferencia Mundial para el Desarrollo de la Mujer y el Medioambiente, en la que propuso una serie de tesis a favor del aborto seguro y legal como derecho de las mujeres y como medida para la protección del medio ambiente.

Recordamos que al Consejo de la Carta de la Tierra fue incorporado después de la muerte de Paulo Freire, Leonardo Boff; y que Wangari Maathai, también miembro del Consejo de la Carta de la Tierra y Premio Nóbel de la Paz, declaró: “hay que volver a reescribir la Biblia. Una biblia, en el que el hombre, el medio ambiente y Dios formen parte de un todo en el que no haya diferencias, para romper con las tradición abrahámica del Judaísmo, el Cristianismo y el Islam, dominada por el antropocentrismo en el que se le da a la naturaleza una importancia secundaria” (NG 671). Luego, el ser humano no se distingue esencialmente de las demás criaturas animadas o inanimadas y, además es el “mayor depredador de la naturaleza”.

No se trata de ignorar el problema ecológico tan ampliamente expuesto por Juan Pablo II en su magisterio, sino de evitar que a través del ecologismo caigamos en un indiferentismo o un igualitarismo religioso inmanentista y neo-panteísta. Sin ir más lejos, ni una palabra de los numerosos textos del Magisterio sobre este tema se encuentran en los programas ni en los guiones previstos para las “celebraciones”.

Propuestas que confunden

Este año dentro de los programas propuestos destacan en la Red Día de la Tierra las celebraciones para las “comunidades religiosas”. El programa aclara que es adaptable a todas las creencias, para aquellos que creen el "un dios creador" o "diversas divinidades", para "los evolucionistas moderados", para "quienes creen que la materia es un ser viviente", etc..., en definitiva una mezcla de la que nada bueno puede salir.

Federico Mayor Zaragoza: Lo que esconden las palabras

Federico Mayor Zaragoza, que preside la Fundación Cultura de Paz, es copresidente de la Alianza de las Civilizaciones y promotor de la Carta de la Tierra, admitió la relación entre ambas iniciativas en la inauguración del congreso Proyectos y Utopías para un Mundo Mejor (Madrid, 22/23-04-06), organizado por la Fundación Valores que está dedicada básicamente a la difusión y desarrollo en España de la iniciativa de la Carta de la Tierra. Para conseguir la Alianza de las Civilizaciones propuso la teoría de las “democracias perfectas” basadas en la búsqueda de consensos en los que intervengan millones de personas, como se hizo con la Carta de la Tierra. Según Mayor Zaragoza se debe obtener el consenso de millones de personas “invisibles a los medios de comunicación y los círculos de poder” sobre “los valores de igualdad, justicia, solidaridad y libertad”. Ahora bien, lo que no debe ignorar el ex-director de la UNESCO, en primer lugar es que esos millones, a la hora de la verdad, serán “representados” por organizaciones no-gubernamentales carentes de toda representatividad, a cuyo frente se repiten una y otra vez los mismos nombres.

Totalitarismo relativista

En segundo lugar, tampoco debe desconocer que son muchísimos los significados y contenidos que pueden tener las palabras igualdad, justicia, solidaridad y libertad, y que en el lenguaje del nuevo orden mundial significan, entre otras cosas, la negación de la trascendencia y la universalización del pensamiento único políticamente correcto fruto de una tolerancia y un diálogo que niega todo tipo de verdad permanente; en definitiva, el imperio del relativismo moral y el endiosamiento de las leyes positivas producto de acuerdos volátiles. Lo que propone Mayor Zaragoza, ¿no es otro modo de llegar a la negación del orden natural?, ¿al indiferentismo o al sincretismo religioso?, y ¿a considerar enemigo a todo aquel que cree que en la persona de Jesucristo y en la fe de la Iglesia hay una verdad permanente, vinculante para todos los hombres de todas las épocas de la historia?. Por ejemplo, decía La Nación (Buenos Aires, 05-12-05) sobre Desmond Tutu, obispo anglicano de Sudáfrica, involucrado en el proyecto Carta de la Tierra y miembro de la comisión de la Alianza de las Civilizaciones. “Pese a que la homosexualidad es objeto de una fuerte polémica en la Iglesia Anglicana -existen autoridades africanas que rechazan la incorporación de sacerdotes gays a la Iglesia-, Tutu declaró en 2004 que la discriminación contra los homosexuales es un ‘crimen contra la humanidad’ y ‘tan injusta’ como el apartheid. El religioso había participado en la elaboración de la actual Constitución sudafricana, que garantiza la igualdad de derechos de todas las parejas, independientemente de la orientación sexual”.

Apoyos a la Alianza de las Civilizaciones

¿Qué podemos esperar del Foro Mundial de Redes de la Sociedad Civil, UBUNTU?. (nota de la r.: según la versión oficial Ubuntu es una antigua palabra africana para designar humanidad, compartir, estar en armonía con toda la creación). Muchas de estas ONG’s consensuaron la Carta de la Tierra, y el Foro apoya la Alianza de las Civilizaciones, ¿pretenderá representar legítimamente a millones de personas?. Forman parte de Ubuntu, por ejemplo, Advocacy for Women in Africa (abortista); Amnesty International (sus objetivos generales prioritarios para este año son, el reconocimiento del derecho al aborto y del reconocimiento jurídico de las uniones homosexuales); CARE International (promueve el aborto); el Club de Roma; Conference of NGOs in Consultative Relationship to the Economic and Social Council of the United Nations (CONGO); Earth Council (Carta de la Tierra); Fundación Arias para la Paz y el Progreso Humano (Costa Rica, promueve al aborto y el homosexualismo); Green Cross International (Carta de la Tierra); Human Rights Watch; Oxfam International; Foro del Estado del Mundo; Women's Environment & Development Organization (WEDO-lesbofeminista); Foro Social Mundial; World Wild Fund International (WWF); Worldwatch Institute, etc.. (Sólo nombramos algunos miembros del Foro; se encontrarán referencias de estas ONG en www.noticiasglobales.org)

Los personajes de Ubuntu. La Carta de la Tierra se extiende

Algunos nombres significativos: Isabel Allende, Koffi Annan, Leonardo Boff, Noam Chomsky, Jacques Delors, Gabriel García Márquez, Mikhail Gorbachev, Hans Küng, Candido Mendes, Adolfo Pérez Esquivel, Shridath Ramphal, José Saramago, .......quien pueda entender que entienda. También el 22 de abril en Madrid, la directora ejecutiva de la iniciativa de la Carta de la Tierra, la brasileña Mirian Vilela declaró que la Carta se ha aplicado en más de 50 países, entre los que destacó centros educativos de La Paz (Bolivia), Costa Rica, Brasil y Canadá, “donde los estudiantes aprenden los principios de la Carta de la Tierra y la manera de llevarla a cabo en la vida cotidiana”. La Carta fue incorporada “como instrumento educativo”, en abril de 2005 en el Proyecto de Aplicación Internacional del Decenio de las Naciones Unidas de la Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS).

 
 
FUENTE : Noticias Globales. Año IX. Buenos Aires, abril 2006