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"La Constitución traicionada", de Alejo Vidal-Quadras
"La Constitución traicionada", de Alejo Vidal-Quadras
10.05.06 @ 09:50:00. Archivado en Políticos
http://blogs.periodistadigital.com/periodismo.php/2006/05/02/la_constitucion_traicionada
Alejo Vidal-Quadras.- Este miércoles a las 20 horas en el Hotel Suecia de la calle Marqués de la Casa Riera, 4 de Madrid se presenta "La Constitución traicionada", de Alejo Vidal-Quadras, que muestra la firme convicción de que nos hallamos en la antesala inmediata de cambios dramáticos en nuestro sistema institucional y jurídico, el que se alumbró con la Transición hace ahora casi treinta años.
Nos hallamos en la antesala inmediata de cambios dramáticos en nuestro sistema institucional y jurídico, el que se alumbró con la Transición hace ahora casi treinta años, cuando un grupo de hombres y mujeres imbuidos de buena voluntad y generoso patriotismo creyeron haber hallado la fórmula para derrotar para siempre a nuestros ancestrales demonios.
Así comienza el último libro de Alejo Vidal-Quadras, cuyo vibrante alegato está produciendo una conmoción en filas del PP e incluso en las del PSOE:
Esta ilusión colectiva ha durado un cuarto de siglo y para nuestra desgracia se está desvaneciendo sin remedio a gran velocidad ante los ojos horrorizados e incrédulos de millones de españoles sensatos y decentes. El nuevo Estatuto de Cataluña, en fase de acelerada confección en la Comisión Constitucional del Congreso mientras tecleo estas líneas, marca el principio del fin de la Carta Magna de 1978, y junto a la claudicación deshonrosa del Gobierno frente a ETA y a las reformas estatutarias que seperfilan en el horizonte para el País Vasco y Galicia, anuncia el derrumbe del edificio normativo en el que habitamos al abrigo de los embates del terrorismo, de las amenazas del totalitarismo y de los abusos de la venalidad.
Pronto quedaremos a la intemperie, y al igual que el yerno de Tomás Moro cuando instaba a su santo suegro a traicionar su conciencia para salvar el cuello firmando la declaración exigida por el rey, veremos muy decerca el rostro del Mal sin leyes que nos defiendan de su hálito venenoso.
La política práctica casa mal con las estrategias a largo plazo y con las convicciones morales sin plazo. Se mueve demasiado a menudo arrastrada por la impaciencia por alcanzar el poder, que nubla el paisaje lejano, y por el autoengaño que confunde la carencia de escrúpulos con la ética de la responsabilidad, anulando cualquier asomo de virtud.
No es extraño, en este contexto de desastres, que uno de los libros de cabecera de Pasqual Maragall, según confesó en una de esas entrevistas que intentan ahondaren el personaje, sea "El sabio y la política" de Max Weber. El gran sociólogo alemán jamás pudo llegar a suponer hasta qué punto su célebre ensayo serviría de coartada a una legión de desaprensivos que se aferrarían en el futuro a sus inspiradas páginas para justificar las atrocidades más pavorosas y las miserias más repulsivas.
Dos son las acusaciones que caen como un látigo restallante sobre el diputado, concejal o ministro que intenta conciliar su tarea ejecutiva o legislativa con unas mínimas reglas éticas o con algo de rigor mental, la de fundamentalista y la de intelectual, estigmas despiadados que arrojan al réprobo culpable de tales debilidades a la cuneta de los partidos.
Pese a todo, hay que seguir luchando, inasequibles al desaliento, porque del forcejeo continuo con la idiotez, el oportunismo y la codicia saltan esporádicamente relámpagos de grandeza, de heroísmoo de belleza que compensan el espectáculo deplorable de tanta bajeza y tanta cobardía.
Hemos vivido razonablemente bien durante tres décadas dando por válidas dos hipótesis que el tiempo y la experiencia han revelado falsas: la primera es que los partidos nacionalistas son fuerzas políticas como las demás, que por encima y más allá de sus objetivos concretos y de su particular ideología, comparten con el resto de la sociedad española unos fundamentos morales y un marco constitucional que, abstracción hecha de sus excesos verbales o de sus gestos desafiantes, respetarán en toda circunstancia sin romper la baraja que se reparte civilizadamente sobre el tapete verde de la democracia; la segunda es que los dos grandes partidos nacionales, el centro-derecha y el centro-izquierda moderados e ilustrados, están dispuestos permanentemente a cerrar filas con el fin de defender sin vacilaciones la Constitución y el gran pacto civil de la Transición si falla la primera hipótesis.
Esta construcción ingenua se ha venido abajo sin disimulo posible desde que José Luis Rodríguez Zapatero comenzara su mandato como presidente del Gobierno. Los españoles que deseamos seguir siéndolo, y que aún somos por fortuna una abrumadora mayoría, hemos de entender lo que está sucediendo en este período aciago de nuestra historia común, porque si no sabemos lo que nos pasa, como se lamentaba Ortega, lo que se avecina será muchopeor de lo que imaginamos.
Y lo que pasa es que uno de los dos grandes partidos nacionales ha cedido a la tentación diabólica de un trueque fáustico: ha entregado España a los nacionalistas a cambio del poder eterno. En efecto, el plan del actual inquilino de La Moncloa es ya transparente, por mucho que intente disfrazarlo con seráficas apelaciones al diálogo y a la armonía de las esferas celestes.
El Estado capitulará ante ETA, porque la frase «sin vencedores ni vencidos», cuando la otra parte es el crimen organizado, indica que las instancias democráticas están dispuestas a rendirse a los asesinos, Cataluña y el País Vasco serán segregadas del conjuntode la Nación como micronaciones cuasi-soberanas consagrando el principio de legitimidad étnico-lingüístico como superior al racional-democrático, y el Partido Socialista en justa compensación ocupará durante generaciones el puente de mando de un Estado residual sin alma nacional que paseará por el mundo su irrelevancia y su deshonra.
Pero no hemos alcanzado este punto trágico de la noche a la mañana, sino que la catástrofe presente es el fruto de un dilatado proceso de renuncias, egoísmos, pusilanimidades y vanidades en el que las culpas, si bien no se reparten uniformemente, sí salpican a todos.
Hay quien ha observado, desde una perspectiva indudablemente realista, que sin acuerdos con los nacionalistas Aznar no hubiese sido presidente del Gobierno en 1996. Esa es una gran verdad, como tampoco lo hubiese sido Felipe González en 1993, ni Zapatero en 2004. El problema es que este tipo de maniobras tiene un recorrido de longitud finita - al salchichón ya no le quedan rodajas que cortar — y que hemos llegado a la estación término, en la que nos van a obligar a cambiar de tren y salir hacia un destino desconocido. Volvemos a la cuestión de la mirada larga y los principios frente al regate corto y al pragmatismo demoscópico.
Los errores se pagan y las flaquezas conducen a la derrota. Ahora se trata de salir del hoy o antes de que empiecen a echarnos tierra encima y no creo exagerar si señalo que el margen de tiempo y espacio que nos queda es desoladoramente escaso.
Es muy difícil, por no decir imposible, que un solo partido vertebre a la Nación. Por tanto, es imprescindible que la Nación despierte y se pronuncie, de tal forma que su voluntad inequívoca y masiva abra la salida regeneradora del impasse enfangado en el que nos debatimos. La misión del único partido que persiste en navegar, aunque con elcasco dañado y las velas hechas jirones por la tempestad, por las aguas constitucionales manteniendo su compromiso firme con la sociedad abierta, consiste en esta hora decisiva en exponer sin ambages ni complejos ante la ciudadanía la gravedad de la situación que atravesamos y llamarla a las urnas en las próximas elecciones generales con una propuesta de reforma constitucional que corrija aquellas deficiencias de nuestro presente ordenamiento que nos han colocado, por la desidia de unos y la traición de otros, al borde del abismo.
El miedo a ser acusado de catastrofista ha de ser superado y el ánimo para reforzar la cohesión nacional, devolver al Estado competencias que nunca debió ceder y recuperar el orgullo de pertenecer a una de las democracias más avanzadas y prósperas del planeta, no ha de declinar ni un ápice porque la reserva de energías almacenada en la Constitución de 1978 para mantener unida la Nación se haya agotado.
Si los españoles perciben la magnitud del peligro y se les ofrece un liderazgo valiente, inteligente y honesto que les oriente en la tribulación y el desconcierto que hoy les posee, lo seguirán sin vacilar. La comodidad, la pereza, la inercia o el encogimiento han de ser descartados y el lastre compuesto de tibios,camaleónicos y cínicos echado sin contemplaciones por la borda.
'El engaño Da Vinci', por Mark Shea y Edgar Sri
'El engaño Da Vinci', por Mark Shea y Edgar Sri
http://www.forumlibertas.com/frontend/forumlibertas/noticia.php?id_noticia=5926&id_seccion=13
Un buen trabajo de descubrimiento y contestación a la obra de Dan Brown, para aportar cordura a las tertulias con amigos engañados.
La versión cinematográfica de El Código Da Vinci lo ha vuelto a poner de actualidad. Es cierto que aún se ve por los metros y aún en los parques a lectores ilustrados que cargan con la impresentable novela de Dan Brown.
No se trata de que la obra sea de poca calidad, en lo que coincide toda la crítica, sino en que intenta darnos gato por liebre. Brown escribe ficción y la hace pasar por historia. Así los que se someten a su brebaje piensan que tomarán un refresco y se tragan una sarta de mentiras tan bien edulcoradas que ni se enteran.
Las mejores mentiras son las que van mezcladas con algo de verdad. Vamos, que se digieren mejor. Los que se dedican a asesinar con veneno lo saben bien. Unas gotas en el vasito de la leche o con el brandy y faena lista. Y encima la víctima ni se entera.
Es triste tener que publicar un libro como este que intenta desmontar parte del fraude. En castellano ya hay otros, algunos muy buenos como el de José Antonio Ullate, Descodificando a Da Vinci (Libros Libres), pero la llegada a las grandes pantallas obliga a ello.
Es triste porque demuestra que Dan Brown ha tenido mucho éxito y que, por tanto, el daño causado es grande. Muchos lo han leído pensando que se les iba a revelar un gran secreto. Al final el único secreto, aunque algo opaco para todos nosotros, es el del marketing. Y a costa de la credulidad de muchos y del sufrimiento de los árboles alguien ha ganado mucho dinero. ¿Era ese el único móvil?
Me gustaría pensar que sólo se intentaba sacar tajada del imprevisible mercado editorial, pero al mismo tiempo se han levantado falsedades sobre la Iglesia. La letra lo aguanta todo y los que ya tienen prejuicios se valen de cualquier cosa.
Dan Brown juega con la teoría conspiratoria. Según ella el catolicismo romano habría logrado mantener oculta durante más de dos mil años la verdad sobre Jesucristo. Él, claro, es el gran descubridor. Como se muestra en este libro, escrito en forma de preguntas y respuestas, es un cantamañanas que ha encontrado un filón y lo explota.
Mark Shea y Edgard Sri han hecho Mark Shea y Edgard Sri han hecho un buen trabajo de descubrimiento, denuncia y contestación a la obra de Dan Brown. Es recomendable para padres y educadores que, quizás han sido asediados por las preguntas de sus hijos o lo serán. También para aportar algo de cordura a las tertulias con los amigos.
Los best sellers hoy tienen la credibilidad de una tesis doctoral y sientan cátedra entre los cenutrios que abrevan en ellos buscando algo más que entretenimiento.
Lo ideal sería que nadie leyera El Código da Vinci. Si cayó en la trampa, usted o algún cercano, tómese este antídoto y, por lo menos, déle una oportunidad a la verdad.
EL ENGAÑO DA VINCI
Mark Shea – Edgard Sri
Palabra
139 páginas
Eduquemos con la Televisión
Eduquemos con la Televisión
Catholic.net - Salesiano Felipe Santos Campaña - 30/09/2004
Completamente gratis y a disposición de los lectores de Catholic.net, el P. Felipe Santos ofrece este interesante libro en el que analiza la naturaleza, historia y empleo de la televisión para con ello educar al espectador y orientar su percepción...
INTRODUCCIÓN
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La Sociología post- funcionalista, y con ella gran parte del reciente debate de las ciencias humanas, ha evidenciado cómo nuestro sistema socio - cultural se configura cada día más en los términos de una “realidad compleja”. La imagen subraya la originalidad de aspectos y problemas de este sistema actual, muy distintos al de las anteriores etapas de la evolución.
Dentro de este proceso evolutivo, no es una excepción el sistema cultural , muy amplio en el ámbito experimental. Basta observar los modos con que se gesta hoy la información mediante el advenimiento de la informática y de la telemática. La digilitalización de las señales ha permitido uniformar los mensajes y hacer dialogantes los diversos medios de comunicación desde el ordenador doméstico hasta las grandes terminales. Se está en actitud de recibir, realizar y reelaborar una infinita cantidad de informaciones. La llegada de los satélites DBS ( Direct Broadcasting Satellyte) ha permitido cubrir el mundo entero mediante una red de estaciones orbitales cuyas señales son captadas por cada usuario a través de una pequeña antena parabólica. Es más: la sustitución progresiva de los cables co-asiales por redes de fibras ópticas está multiplicando el envío y la velocidad de las transmisiones con resultados insospechados hasta hace tan sólo diez años.
Todo esto promueve una cultura de la cantidad y de la aceleración: mensajes cada vez más numerosos se transmiten de forma veloz. Esto- como dicen algunos teóricos de la post -modernidad- termina promoviendo una cultura de la superficialidad, caracterizada por el hecho de la adquisición de informaciones sin tiempo ni poder para su discernimiento.
Dice Lyotard:”Las observaciones de las máquinas del saber determinan hoy la ruptura del vínculo entre conocimiento y formación, que había sido el fundamento de la tradición pedagógica. Se pueden adquirir conocimientos sin emplear a fondo la memoria y la voluntad”.
Esta inmensa cantidad de información hace que el hombre sea menos capaz de interiorizarla y de lograr una síntesis en la que aparezca una coherente visión del mundo. La época de la infinita disponibilidad de mensajes, se puede llamar también la época de la extrema pobreza del saber. Y todo esto comporta una limitación inevitable en la confianza del proceso, ilimitado racionalmente:
“La racionalidad que caracteriza el obrar o actuar de hoy es más bien del tipo de una “racionalidad limitada”, consciente del hecho de que la atención es una fuente escasa, que pasa por alto profundizar en muchos problemas. Esta racionalidad limitada o imperfecta nace de la racionalidad desplegada en el campo de la tecnología. Se trata de conocimientos precisos en relación con los medios activos, pero, en el fondo, son honestamente silenciados cuando se cuestionan los fines de la misma acción”.
La aceleración y la superficialidad de los conocimientos, por un lado, y la parcialidad desde el punto de vista del sujeto conocedor, por otro, reflejan una idea cada vez menos ordenada y más “rizomática” según el término empleado por Deleuze: salto de nexos, multiplicación de ligamentos...que constituyen una red de fenómenos y conocimientos sin confines.
La cultura de la post- modernidad ha sustituido la exigencia de la antigua, que buscaba el fundamento del propio conocimiento en un modelo de saber caracterizado por un cierto relativismo e irracionalismo de los postmodernos. Se llega con esto al proceso de la caída progresiva de las certezas ( en la verdad, en la razón, en las posibilidades del conocimiento,...) que, en el ámbito científico, se había preparado con la crisis de los fundamentos de las matemáticas y por la relatividad einsteiniana, y en la esfera epistemológica se representa por los desarrollos del racionalismo crítico de Popper hasta la anarquía metodológica de Feyerabend:
“Esquemáticamente puede decirse que el último decenio ha elevado el paradigma del indeterminismo y ha rebajado la perspectiva precedente, determinística. El principio de la “ racionalidad limitada” ha funcionado mejor basándose en la idea de una razón fuerte, explicativa y legislativa”.
A partir de esta ruptura problemática, es donde debe leerse el sentido de este trabajo.
Interesarse por los medios y, en particular por la TV, significa hoy para el educador interesarse por uno de los aspectos- probablemente uno de los principales -: el de la complejidad en que él mismo y sus alumnos viven. Nos parece importante afirmar en tiempos en que tanto se discute sobre la capacidad de la escuela en relación con otras agencias educativas, que la escuela tiene una nueva capacidad para responder a las exigencias de nuestros días.
En la primera parte ( La televisión: historia, géneros, estructura) es el aspecto institucional televisivo el que debe catalizar la atención de los oyentes,, ya que este aparato sirve para contar historias, divertir e informar.
En la segunda parte (La TV en la escuela: problemas didácticos y educativos) podemos ver la parte central de estas páginas: la posibilidad de encuentro entre la TV y la educación.
Tras estas dos partes, viene el reconocimiento del chico ( parte primera) y la reflexión educativo- didáctica ( parte segunda). Sólo así será posible pasar a la ilustración de algunos instrumentos y experiencias en el universo didáctico. En cuanto a los primeros, se indican principalmente la semiótica, utilizada en función del análisis de la publicidad. El spot publicitario: notas para un análisis semiótico) y del video – clip (El video- clip: propuestas para el análisis) – y en el análisis de la narración (Análisis de la narración: aspectos teóricos y metodológicos) y en sus aplicaciones (Los niños y los dibujos animados televisivos: una propuesta didáctica).
En lo que respecta a las experiencias didácticas, los estímulos más interesantes aparecerán en ( La utilización didáctica de la ficción), Inventar la TV en la escuela: apuntes de método). A partir de este momento, la TV se emplea en la escuela como un laboratorio, o bien haciendo programas propios, o sirviéndose de programas televisivos aparentemente más evasivos.
Al final, aparecerán materiales de programación ya elaborados por escuelas que estudian los Medios de Comunicación Social.
Todo tiene como finalidad llevar la vida a la escuela y la escuela a la vida mediante lo que los niños ven muchas horas al cabo del día: los mass media.
F. de Ermua: libro el El Estatuto de la discordia
Os invitamos a consultar el libro titulado: El Estatuto de la discordiaAnálisis y comentarios para profanos en torno al texto más polémico de la democraciapor Fernando García-Capelo Villalva Con esta nueva publicación inauguramos la colección "Documentos de Ermua". Por su actualidad y rigor, agradeceríamos que le dierais la máxima difusión. El autor es abogado, miembro del Foro Ermua y coordinador de las Gestoras Cívicas de Ermua. Un cordial saludo a todos.
Link a Documentos de Ermua nº 1
http://www.papelesdeermua.com/html/modules.php?op=modload&name=News&file=index&catid=&topic=26Vendée y la genocida Revolución Francesa. ¿Cuando pedirán perdón los herederos ideológicos por estos y otros muchos extermnios y torturas?
Vendée y la genocida Revolución Francesa. ¿Cuando pedirán perdón los herederos ideológicos por estos y otros muchos extermnios y torturas?
Se trató de ocultar este genocidio que cometieron los de la Revolución Francesa
Nadie ha pedido perdón a los cristianos por este exterminio de prporciones que se anticipa a los exterminios nazis y del Gulag comunista.
Tampoco nadie ha pedido perdón por estos genocidios del socialismo, tal vez el Presidente Rodríguez pida perdón por alguno de ellos, el plan de exterminio de los católicos en los años treinta, que llegó a al asesinato de más de diez mil religiosos, con torturas, vejaciones incluídas. Por ejemplo, al párroco de Navalcarnero lo mataron después de torturarle crucificándolo en una cruz. Antes en su presencia habían violado a su madre y hermana.
paso este texto sacado de
Vendée
http://www.conoze.com/doc.php?doc=3469
Ya tenemos aquí el libro aguafiestas, la implacable obra de un joven historiador que ha provocado las iras de la inteligencia francesa, que - suntuosamente patrocinada por François Mitterrand- celebró en 1989 «glorias» y «fastos» de la Grande Révolution que cumplía entonces doscientos años.
Estamos hablando de Le génocide franco-français: la Vendée vengée, de Reynald Secher.
Estas terribles páginas tuvieron en su momento algún eco en nuestros diarios, pero la industria «oficial» del libro, que sin embargo va saqueando de todo, hasta lo irrelevante, especialmente del francés, no había encontrado sitio para ellas. Ha suplido esto una nueva y pequeña editorial que -¡rara avis!- no sólo no esconde su orientación católica, sino que de esta inspiración quiere hacer la única base, sin compromisos, de su producción.
Su programa editorial, por lo tanto, prevé la publicación de obras nuevas, originales o traducciones, pero «malditas», o sea rechazadas por la ideología dominante en las editoriales, incluida alguna que ya fue, o aún se declara, «católica». Pero también prevé la recuperación de obras del pensamiento cristiano de los siglos XIX y XX imposibles de encontrar, muchas veces no por falta de mercado, sino por falta de «simpatía» por parte de cierta cultura que se declara «pluralista», «paladina de la tolerancia», mientras está realizando una dura censura ideológica.
Esta nueva editorial, en la fase inicial de su actividad -antes del libro sobre la Vendée, que hemos mencionado y del que hablaremos más adelante- publicó otro ensayo contrarrevolucionario. Es el panfleto, también aguafiestas, Pourquoi nous ne célébrons pas 1789, escrito por Jean Dumont, que en pocas páginas, acompañadas por ilustraciones raras de la época, muestra con vigor e información extraordinarios «los falsos mitos de la Revolución francesa», tal como dice el título de la traducción italiana. En un tamaño y a un precio reducidos aquí tenemos la obra de síntesis que muchos lectores buscaban para aclararse las ideas (en una perspectiva que quiere ser explícitamente católica) acerca de aquella revolución cuyos efectos aún perduran.
Pero vamos a ver ahora Le génocide franco-français, ese libro de Secher que, pese al obstruccionismo realizado por el conformismo «políticamente correcto», ha provocado en Francia una profunda conmoción.
Reynald Secher, el joven autor (nacido en 1955) originario de la Vendée, fue a buscar una documentación que muchos consideraban ya perdida. En efecto, los archivos públicos han sido diligentemente depurados, en la esperanza de que desaparecieran todas las pruebas de la masacre realizada en la Vendée por los ejércitos revolucionarios enviados desde París.
Pero la historia, como se sabe, tiene sus astucias: así Secher descubrió que mucho material estaba a salvo, conservado, a escondidas, por particulares. Además pudo llegar a la documentación catastral oficial de las destrucciones materiales sufridas por la Vendée campesina y católica, levantada en armas contra los «sin Dios» jacobinos.
En los mapas de los geómetras estatales de la época está la prueba de una tragedia inimaginable: diez mil de cincuenta mil casas, el 20 % de los edificios de la Vendée, fueron completamente derruidas según un frío plan sistemático, en los meses en que se desencadenó la furia de los jacobinos gubernamentales con su lema aterrador: «libertad, igualdad, fraternidad o muerte». Prácticamente todo el ganado fue masacrado. Todos los cultivos fueron devastados.
Todo esto, según un programa de exterminio establecido en París y realizado por los oficiales revolucionarios: había que dejar morir de hambre a quien, escondiéndose, había sobrevivido. El general Carrier, responsable en jefe de la operación, arengaba así a sus soldados: «No nos hablen de humanidad hacia estas fieras de la Vendée: todas serán exterminadas. No hay que dejar vivo a un solo rebelde.»
Después de la gran batalla campal en la que fueron exterminadas las intrépidas pero mal armadas masas campesinas de la «Armada Católica», que iban al asalto detrás de los estandartes con el Sagrado Corazón y encima la cruz y el lema «Dieu et le Roy», el general jacobino Westermann escribía triunfalmente a París, al Comité de Salud Pública, a los adoradores de la diosa Razón, la diosa Libertad y la diosa Humanidad: «¡La Vendée ya no existe, ciudadanos republicanos! Ha muerto bajo nuestra libre espada, con sus mujeres y niños. Acabo de enterrar a un pueblo entero en las ciénagas y los bosques de Savenay. Ejecutando las órdenes que me habéis dado, he aplastado a los niños bajo los cascos de los caballos y masacrado a las mujeres, que así no parirán más bandoleros. No tengo que lamentar ni un prisionero. Los he exterminado a todos.»
Desde París contestaron elogiando la diligencia puesta en «purgar completamente el suelo de la libertad de esta raza maldita».
El término «genocidio», aplicado por Secher a la Vendée, ha desatado polémicas, por considerarse excesivo. En realidad el libro muestra, con la fuerza terrible de los documentos, que esa palabra es absolutamente adecuada: «destrucción de un pueblo», según la etimología. Esto querían «los amigos de la humanidad» en París: la orden era la de matar ante todo a las mujeres, por ser el «surco reproductor» de una raza que tenía que morir, porque no aceptaba la «Declaración de los derechos del hombre».
La destrucción sistemática de casas y cultivos iba en la misma dirección: dejar que los supervivientes desaparecieran por escasez y hambre.
Pero ¿cuántos fueron los muertos? Secher da por primera vez las cifras exactas: en dieciocho meses, en un territorio de sólo 10.000 kilómetros cuadrados, desaparecieron 120.000 personas, por lo menos el 15 % de la población total. En proporción, como si en la Francia actual fueran asesinadas más de ocho millones de personas. La más sangrienta de las guerras modernas -la de 1914-1918- costó algo más de un millón de muertos franceses.
Genocidio, pues; verdadero holocausto; y, como comenta Secher, tales términos remiten al nazismo. Todo lo que pusieron en práctica las SS fue anticipado por los «demócratas» enviados desde París: con las pieles curtidas de los habitantes de la Vendée se hicieron botas para los oficiales (la piel de las mujeres, más suave, era utilizada para los guantes). Centenares de cadáveres fueron hervidos para extraer grasa y jabón (y aquí se superó hasta a Hitler: en el proceso de Nuremberg se documentó -y las mismas organizaciones judías lo confirmaron- que el jabón producido en los campos de concentración alemanes con los cadáveres de los prisioneros es una «leyenda negra», sin correspondencia con los hechos). Se experimentó por primera vez la guerra química, con gases asfixiantes y envenenamiento de las aguas. Las cámaras de gas de la época fueron barcos cargados de campesinos y curas, llevados en medio del río y hundidos.
Son páginas, disponibles ahora, que provocan sufrimiento. Pero la búsqueda de una verdad escondida y borrada bien vale el trauma de la lectura.
La familia en el proceso educativo
La familia en el proceso educativo
http://www.aceprensa.com/art.cgi?articulo=12596
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Entrevista a Jesús Laínz, autor del libro "Adiós, España. Verdad y mentira de los nacionalismos":
Entrevista a Jesús Laínz, autor del libro "Adiós, España. Verdad y mentira de los nacionalismos":
"ETA nace de una enorme mentira histórica"
http://www.analisisdigital.com/Noticias/Noticia.asp?id=12375&idNodo=-3
Redaccion - 30/05/2006
Jesús Laínz, es, además de colaborador de Semanal digital.com, autor de libros como "Adiós, España. Verdad y mentira de los nacionalismos" y uno de los nueve coautores del libro "La tregua de ETA, mentiras, tópicos, esperanzas y propuestas". En esta entrevista concedida a Análisis Digital habla de los orígenes de la banda terrorista, de las grandes mentiras y afirma que por mucho que se empeñen los nacionalistas, las lenguas no crean naciones. "Los nacionalistas radicales se empeñan en imponer una lengua como contraseña nacional pero las lenguas no crean naciones".
¿Cuáles cree que son las principales mentiras de la tregua?
Hay una mentira esencial en la tregua y es que en toda esta cuestión, aunque el campo de batalla sea el campo de la política, las armas de batalla no han sido las de la política sino las de la historia.
Toda la excusa para lo que llaman conflicto vasco y para lo que la ETA representa, nace de una enorme mentira histórica. El propio Ibarretxe lo ha dicho muchas veces, cuando se discutió su plan en el Parlamento afirmó que el problema de los vascos es que están en conflicto con España desde hace 160 años, desde la primera guerra Carlista y ETA siempre habla del conflicto que hay que resolver de naturaleza política. Esa es la gran mentira, porque no hay ningún conflicto entre vascos y españoles desde hace 160 años; no es verdad que las guerras carlistas fueran un conflicto entre vascos y españoles y todo este supuesto conflicto vasco que arranca en el siglo XIX es falso.
ETA se escuda en esa falsa invasión española y dicen que el culpable es el gobierno español que les ha invadido, naciendo así una mentalidad victimista fruto de una irreal injusticia.
De esta mentira también nacen las llamadas fuerzas de ocupación; en ninguna otra parte de España hay la idea de que la guardia civil sea las fuerzas de ocupación, sólo en el País Vasco y en Cataluña, porque ahí han falseado la historia diciendo que les invadió el ejército español en el 39 y ellos son una nación invadida, oprimida y ocupada militarmente. De ahí surge ETA como el ejército vasco que lucha contra esa supuesta ocupación. Sin duda es todo una enorme alucinación.
Las distintas lenguas son una excusa para que los nacionalistas radicales quieran convertir en una nación el País Vasco?
Los nacionalistas radicales siguen con una mentalidad decimonónica, romántica, encarnando en las lenguas la existencia de una especie de alma nacional, pero no es verdad que la lengua sea sinónimo de nación.
Porque exista una lengua no significa que haya una nación distinta; mucha gente se ha aferrado a este hecho y es falso. Igualmente en el supuesto caso de que la lengua implicara una nación, que no es así, la única lengua que hablan el noventa y nueve por ciento de los vascos es el castellano. Hay enormes zonas del País Vasco donde no se ha hablado vasco jamás y eso qué significa, ¿que ellos no son vascos?.
Los nacionalistas radicales se empeñan en imponer una lengua que no han hablado nunca como contraseña nacional, pero no se dan cuenta de que las lenguas son instrumentos de comunicación, no de separación como intentan hacer verellos. El PNV afirmó una vez con ocasión del Aberri Eguna de este año "hoy somos más nación que nunca; hemos conseguido que todo el territorio vasco, incluso donde no se hablaba euskera hoy en día se hable" ellos mismos lo dicen, no es una labor de facilitar la comunicación, sino de marcar nacionalmente a la gente.
¿Sin el PNV habría existido ETA?
ETA nació del PNV; La ideología que ha dado lugar a ETA es la del PNV. Cuando nace ETA en los años 50 Batasuna no existía. El partido que incita desde la guerra civil hasta hoy el odio basándose en que son un país ocupado es el Partido Nacionalista Vasco. Fue éste el que reclamó ante la ONU el derecho de autodeterminación en los años 40 y 50 para los vascos por ser una colonia de España.
Los primeros actos terroristas fueron gente del PNV y una escisión de las juventudes del PNV son las que dan origen a Ekin, grupo del que surgiría ETA posteriormente. Todo en el País Vasco está controlado por el nacionalismo y de ahí surgen los terrorismos, de hecho, ¿por qué no han surgido terroristas en Albacete o en Sevilla? porque en el País Vasco se les ha educado para ser terroristas, y eso lo ha hecho el PNV.
Qué esperanzas cree que tiene la tregua para los españoles?
Si la tregua fuera de verdad, es decir, si ETA se fuera a disolver, sería estupendo. Ahora se habla mucho de negociación política, pero se olvida que durante 40 años no se podía hablar en libertad. La opinión de los vascos se ha forjado en 40 años de amordazamiento de una de las opciones posibles. Hoy en día el pueblo vasco ha forjado su opinión pública habiéndole sido secuestrada la mitad de las posibles opiniones, por lo tanto, la opinión política hoy en día del pueblo vasco no es fraguada libremente.
Por ejemplo en Mondragón el 90 por ciento de la propaganda y de los carteles que hay son de Batasuna y el resto del PNV, pero curiosamente en las elecciones el PP saca tantos votos como Batasuna, este hecho se debe a que esos miles de votos no están representados en la calle porque no hay libertad.
Por eso creo que si la tregua sirve para devolver esa libertad y para conseguir que ETA abandone las armas sería una noticia estupenda, pero como la tregua ha estallado con el gobierno actual tengo grandes temores de que pueda vender cualquier cosa con el fin de conseguir el poder.
¿Qué opinión le merece el próximo diálogo del gobierno con ETA?
Desde un punto de vista democrático es inaceptable tener a los terroristas como interlocutores, porque el único interlocutor válido en un régimen democrático es el que sale de las urnas. Lo que no se puede hacer en democracia es dialogar con un grupo terrorista. Me parece un bochorno que el gobierno de el perdón en nombre de las víctimas.
¿Cree que la tregua tendrá un precio político?
Evidentemente ETA no va a dejar las armas sin pedir algo a cambio. Ellos han entrado ahora en la dinámica de la tregua porque esperan sacar algo de ello, si no lo consiguen sacar, volverán a las armas. Si este gobierno no les da lo que ellos piden no abandonarán las armas.