El voto cristiano en el referendum
Los cristianos en Cataluña tendrán que poner próximamente, en el peso de la balanza de su conciencia rectamente formada, las razones a favor y en contra de la aprobación del Estatuto de Cataluña en referéndum.
Hay que tener en cuenta que los representantes cristinos, obispos o pastores de otras confesiones, cuando realizan un juicio moral sobre una actuación política que afecta al bien común de la sociedad, no lo hacen con una finalidad electoral o por intromisión ilegítima, sino buscando el mayor bien de todos y para todos, de ahí la importancia y la imparcialidad de las posibles recomendaciones que puedan hacer, de hecho los obispos católicos ya las han hecho.
Y es que no hay duda que de las graves objeciones que el capítulo primero del Estatuto, referido a los derechos y deberes de los ciudadanos, así como a su desarrollo legislativo posterior, plantean a los cristianos comprometidos con el derecho a la vida. Un Estatuto que abra las puertas a una legislación que atente contra la vida del ser humano no nacido o que sea permisivo con la eutanasia es un Estatuto con graves deficiencias para un sano futuro de la sociedad y de los ciudadanos en Cataluña. El no haber alcanzado la unanimidad requerida para este tipo de proyectos y la serie larga de graves reparos morales hacen que una parte importante de los ciudadanos de Cataluña no nos sentimos reconocidos en este texto, y por tanto, actuemos en consecuencia. Una consecuencia que deberá ser, al mismo tiempo, un examen de conciencia para los políticos, algunos, al menos de palabra, también claramente comprometidos.
Jesús Domingo Martínez
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