SOLO ANTE EL PELIGRO
SOLO ANTE EL PELIGRO
http://www.abc.es/20060809/radio-television-radio-television/solo-ante-peligro_200608090246.html
Certificaba un reciente estudio de la Universidad de Navarra que los niños españoles ya no quieren ver la tele ni en pintura. Normal. Hace tiempo que las cadenas tampoco quieren saber nada de ellos, salvo cuando llega algún periodo vacacional y se convierten por unos días en un gigantesco catálogo de juguetes y comida de retrete. Tal y como está el cotarro, lo mejor es que los rorros ni se arrimen al televisor, o sería cuestión de tiempo que terminara arrasando la Nancy tertuliana, el Geiperman paparazzi y la Bratz que se acostó con Beckham y lo grabó en su móvil (no se incluyen pilas; el teléfono, la habitación del hotel y el Ferrari F430 se venden por separado). Papá, paga.
Tampoco es que el apagón lógico sea total. Los chavales todavía gastan con gusto casi tres horas al día frente a ese viejo electrodoméstico del milenio pasado, pero si les das una buena conexión, un móvil con saldo o un videojuego en el que no haya menos de siete decapitaciones, lo dejan todo, incluido este mundo. Siempre se ha considerado a la televisión como la culpable de los males occidentales. El paro, la burbuja inmobiliaria, la carrera de Allan Houston, el fallo de Cardeñosa, los discos de Vanilla Ice, los tics de Tom Cruise... todo es cosa de la tele, que también mató a Manolete y fichó a Gravesen, y de su nociva influencia sobre la infancia desvalida. No era para tanto. La pequeña pantalla ha sido esa gran jofaina en la que algunos padres, «pilatos» muy ocupados y despreocupados, se han lavado las manos durante mucho tiempo. Dejamos a nuestros hijos solos con el lobo y después nos quejamos de que muerde. Ahora, la manada de sustitutivos afectivos se multiplica, pero el problema se repite: según la UPNA, el 61% de los niños no tiene ninguna compañía adulta cuando se conecta a internet. Exigiremos códigos, regulaciones y mil legislaciones, pero olvidaremos preguntar a nuestros hijos qué están haciendo, por si se les ocurre decir la verdad. Maldita generación, saturada de información, desnuda de formación...
SINCOPADO
FERNANDO PÉREZ
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