Blogia
Blog Almena, noticias y opiniones desde la libertad

Bioética y reproducción asistida

Bioética y reproducción asistida

El Diario Montañés
Luis Sánchez de Movellán de la Riva
29-05-2006

http://www.analisisdigital.com/Noticias/Noticia.asp?id=12381&idNodo=-7

La aspiración a la reproducción está considerada como un objetivo esencial de la vida, legítima e incontestable. La infertilidad acarrea a muchas personas una crisis existencial prolongada y un consecuente estrés que a menudo conduce a un malestar emocional y a problemas interpersonales. Uno de entre seis casos presenta infertilidad y, para el 20% de ellos, el único camino para conseguir la gestación -y consecuentemente hijos- es la reproducción asistida, la cual es un conjunto de técnicas de laboratorio encaminadas a obtener un embarazo sustituyendo o facilitando una etapa deficiente en el proceso reproductivo.

El nacimiento de Louise Brown, el primer 'bebé-probeta', en 1978, dio una nueva perspectiva a los casos de infertilidad. Hoy, millares de niños nacen anualmente a través de técnicas de reproducción asistida y los nuevos avances tecnológicos aumentarán todavía más las posibilidades del tratamiento por infertilidad. La utilización de la donación de gametos, de la congelación de embriones y de la maternidad de sustitución ha propiciado nuevos métodos y nuevos tipos de constitución familiar.

La primera manifestación ética en relación con la reproducción asistida vino de Inglaterra, a través del Informe Warnock, publicado en 1984. A partir de entonces otros países, sociedades científicas y grupos religiosos también se manifestaron sobre el asunto. Las técnicas de reproducción asistida y el contexto en que son utilizadas constituyen un extenso campo de discusión ética que protege el bienestar de la criatura, de la mujer y de otros implicados, como, por ejemplo, los donantes o la madre de sustitución. Otro aspecto interesante es la posible destrucción involuntaria de embriones humanos. El desdoblamiento de la reproducción asistida -selección del sexo, reproducción póstuma- y principalmente su asociación con la genética -diagnóstico preimplante, clonación- generan preocupación en relación con el control sobre la procreación.

Hay un tema clave en todas las cuestiones de reproducción asistida y su debate ético: el status moral del embrión. Asunto éste que está íntimamente ligado con la problemática de cuándo comienza la vida humana y con la definición de persona. La controversia se produce en la consideración del embrión como ser humano desde el momento de la fertilización. Para los que piensan que la vida humana comienza en el momento mismo de la fertilización, el embrión tiene los mismos derechos que una persona y es merecedor de todo el respeto, debiendo protegerse como tal. Dos argumentos sustentan este criterio: el primero es que el embrión tiene la potencialidad de convertirse en una persona, y el segundo es que el mismo está vivo y tiene derecho a la vida. Por el contrario, los que consideran el embrión como un conjunto de células, juzgan que él no merece ninguna diferencia de tratamiento con respecto a cualquier otro grupo celular. Y existe una posición intermedia, defendiendo que el embrión tiene un status especial, pero que no se justifica el protegerlo como a una persona. Un punto de discusión importante es el que suscita la problemática de los embriones excedentes, ya que la reproducción asistida puede generar un número de embriones mayor del que se pretende transferir. La obtención de óvulos es un proceso oneroso y no exento de riesgo -y por ello, estas células son extremadamente valiosas- lo que justifica su total utilización. Hasta recientemente no se disponía de la tecnología adecuada para la congelación de óvulos, lo que llevaba a que todos fuesen inseminados. Ahora, en por lo menos un 30% de los ciclos se obtienen embriones excedentes, que pueden ser congelados, utilizados para investigación, donados o destruidos.

Desde el punto de vista ético, la destrucción es indefendible, y la manipulación a la que los embriones pueden ser sometidos debe ser limitada, siendo aceptables solamente procedimientos que sean benéficos, lo que no existe en este momento. La opción de la donación para la investigación hiere a la dignidad del embrión, a pesar de ser práctica aceptada en algunos países e ir en contra de lo fijado en el 'Código de Nüremberg'. La donación para otros casos de infertilidad debe ser considerada como una adopción pre-natal, y para los embriones que no sean utilizados es la única posibilidad de llegar a la vida. Se considera un acto de altruismo.

La congelación embrionaria tiene como objetivo posibilitar la transferencia de embriones excedentes con posterioridad, sea en el caso de que se malogre el embarazo o cuando se tenga deseo de otra gestación. De esta forma, no habría necesidad de someter a la mujer a un nuevo ciclo de inducción de la ovulación, lo que podría generar desazón, riesgos e incluso ser inviable por cuestiones económicas o biológicas. La problemática del método está ligada a las cuestiones bioéticas del respeto al embrión y del destino de los mismos en el caso de que los padres desistieran de la transferencia, se separaran o murieran.

La congelación es extremadamente discutible bajo la óptica de la ética, pues hiere la dignidad del embrión. Es francamente objetable que los embriones puedan ser deliberadamente colocados en una situación donde su desarrollo natural está en suspenso y sus vidas y futuro colocados en peligro. Muchos embriones no sobreviven al proceso de congelación y descongelación, siendo el índice de supervivencia después de la descongelación del orden del 70% aproximadamente.

Actualmente se discute a nivel mundial la cuestión del uso de los embriones depositados en las clínicas de reproducción asistida y su utilización para la clonación terapéutica. La congelación se considera éticamente aceptable si su fin ha de ser el que los embriones lleguen a la vida. Esos embriones, sean o no personas, reales o potenciales, viven solamente gracias a la ciencia y a la técnica. Pero la intención es que vivan, aunque se sepa que sus posibilidades son ciertamente limitadas.

La selección de embriones sí plantea serias objeciones éticas respecto al uso de esta técnica, pues la manipulación de embriones podría acarrear lesiones o muerte embrionaria, por un lado, y también se plantearían serios problemas con la selección genética, por otro. No deja de ser una forma de eugenesia pues determina la destrucción de las personas en su estadio inicial de desarrollo, lo que refleja una injusticia y una falta de respeto total a la vida humana.

El objetivo es plantear interrogantes y llevar a la reflexión estimulante y participativa a la sociedad en decisiones de grueso calado moral y existencial, ya que los dilemas éticos acompañan a la historia de los hombres pues son consecuencia de sus propias acciones. Esos dilemas pueden adquirir mayor o menor relevancia dependiendo del contexto histórico-temporal de donde surgen las ideas que guían moralmente a la sociedad en una u otra época.

0 comentarios