HazteOir.org culpa a Zapatero de la crispación social

HazteOir.org culpa a Zapatero de la crispación social Miércoles 31 de mayo | Participación ciudadana

Ante el Debate sobre el Estado de la Nación, la plataforma ciudadana HazteOir.org ha reclamado a Zapatero que empiece a atender las necesidades de las familias españolas en lugar de hacer demagogia. Para HO, Zapatero es el principal culpable de la crispación que hoy divide España, al desarrollar una política de ideólogo que ignora al ciudadano medio, y que atenta contra los valores que sostienen una sociedad, hipotecando el futuro social de España. HAZTEOIR.ORG .- El balance que hace HO es enormemente negativo. Ignacio Arsuaga, presidente de la plataforma, señala que “nos gustaría ser optimistas, pero el Gobierno de Zapatero se está mostrando abiertamente contrario a los valores que sostienen una sociedad libre; especialmente agresivas y sectarias han sido las políticas sociales contra la familia, contra la libertad educativa y contra la dignidad de la vida humana. Este Gobierno podrá llamarse progresista, pero no ejerce políticas de progreso”. Arsuaga señala al Gobierno políticas sociales de progreso: “ayudas directas y universales por hijo a cargo; creación de mecanismos que permitan de hecho la libre elección de centro, como el cheque escolar; apoyo a las mujeres embarazadas con dificultades, ofreciéndoles alternativas ante el drama del aborto; potenciar la investigación con células madre adultas, que son las únicas que han logrado avances terapéuticos y no presentan problemas éticos”. “A cambio –indica-, el Gobierno ignora a la familia con políticas de ingeniería social que la desprotegen, legisla en materia educativa disminuyendo la calidad y la libertad en la enseñanza, fomenta una ciencia mercantilizada y sin límites éticos”. Además, Arsuaga señala que “se están llevando a cabo cambios en la estructura del Estado sin consenso; se imponen modelos de sociedad sectarios, fomentando el intervencionismo y atacando los valores sociales fundamentales; se hace política sin el ciudadano, provocando un hartazgo en la sociedad; se premia con cesiones a quienes, como los terroristas de ETA, optan por formas de actuar al margen del Estado de Derecho; las leyes y las instancias judiciales se toman como algo maleable y al servicio del poder político; y lo peor, se ha sustituido el sentido común por la demagogia como forma de gobernar”