Enganchados a los Alcalá-Galiano Pareja
- Familia
AL principio no le hacíamos mucho caso. Ahora, sin embargo, Pedro, Miranda y yo, lo primero que hacemos todas las mañanas, a la hora del café, es ver qué han comprado los Alcalá-Galiano Pareja, esa familia numerosa a la que IDEAL está haciendo un escrupuloso seguimiento económico-financiero-doméstico desde primeros de mes. La verdad, los Alcalá nos tienen más enganchados que las Mujeres desesperadas y el Dr. House juntos.
Lo primero que nos llama la atención es que la familia elegida para estudiar el camino que siguen hasta llegar a final de mes tiene unos ingresos de 3.400 euros mensuales. Sin extras, suponemos. Al cambio, 565.712 de las antiguas pesetas. Más de medio kilo. Una pasta, vamos.
Lo que pasa es que los Alcalá son siete de familia y, claro, cinco churumbeles deben chupar cantidad de presupuesto. Y ahí es donde empiezan las dudas, polémicas y discusiones de todos los que seguimos, fielmente, el extracto diario de su VISA, que es tanto como decir el rastro real de su vida.
Porque, por ejemplo, un día se gastaron 1,80 euros en pescado. ¿1,80? ¿Qué pescado compraron por 1,80? ¿Cabezas para hacer una sopa? Otro día compraron fruta por importe de 2,80. -¿Pero si una cestita de fresas cuesta 3 euros!- comentaba, indignado, Pedro.
Quizá es que los Alcalá compran sólo los productos de oferta en las tiendas de descuento. O que se alimentan únicamente de naranjas y manzanas. Porque, y ahí me las tuve tiesas con Anuca la otra tarde, no es normal que vayan al súper y se gasten únicamente 33 euros.
-Anda hija. 115 euros te has pulido en el Covirán. Ya podías tomar ejemplo de la austeridad en el gasto y del control presupuestario de los Alcalá.
-Claro que sí. Y ya puestos, en vez de tomar una cervecita esta noche, podríamos comprar un euro de garrapiñadas y darnos un paseo por Puerta Real.
Tocado y hundido. Porque, y esa es otra, la vida de los Alcalá debe ser un poema. Jamás pisan un bar o una cafetería. Y no digamos ya un restaurante. Impensable. Nunca van al cine o al teatro, jamás van a un concierto. No compran discos, libros ni películas. Ni siquiera una revista de vez en cuando. Nada. No se dan ni un capricho. Espartanos hasta el delirio.
Total, que estamos pensando en hacer una colecta para sacar a cenar a la calle, una noche, a los Alcalá. O para que se bajen un fin de semana a Calahonda, que bien merecido se lo tienen. Y, por cierto, cuando termine este mes, esperamos que en IDEAL mantengan una iniciativa que ha concitado tanto interés. Eso sí, esta vez, no estaría mal que eligieran a una familia cuyos miembros echen primitivas, salgan de cañas de vez en cuando y desayunen en la cafetería de la esquina, que haberlos, debe haberlos.
http://blogs.ideal.es/pinchandoenhueso
Lo primero que nos llama la atención es que la familia elegida para estudiar el camino que siguen hasta llegar a final de mes tiene unos ingresos de 3.400 euros mensuales. Sin extras, suponemos. Al cambio, 565.712 de las antiguas pesetas. Más de medio kilo. Una pasta, vamos.
Lo que pasa es que los Alcalá son siete de familia y, claro, cinco churumbeles deben chupar cantidad de presupuesto. Y ahí es donde empiezan las dudas, polémicas y discusiones de todos los que seguimos, fielmente, el extracto diario de su VISA, que es tanto como decir el rastro real de su vida.
Porque, por ejemplo, un día se gastaron 1,80 euros en pescado. ¿1,80? ¿Qué pescado compraron por 1,80? ¿Cabezas para hacer una sopa? Otro día compraron fruta por importe de 2,80. -¿Pero si una cestita de fresas cuesta 3 euros!- comentaba, indignado, Pedro.
Quizá es que los Alcalá compran sólo los productos de oferta en las tiendas de descuento. O que se alimentan únicamente de naranjas y manzanas. Porque, y ahí me las tuve tiesas con Anuca la otra tarde, no es normal que vayan al súper y se gasten únicamente 33 euros.
-Anda hija. 115 euros te has pulido en el Covirán. Ya podías tomar ejemplo de la austeridad en el gasto y del control presupuestario de los Alcalá.
-Claro que sí. Y ya puestos, en vez de tomar una cervecita esta noche, podríamos comprar un euro de garrapiñadas y darnos un paseo por Puerta Real.
Tocado y hundido. Porque, y esa es otra, la vida de los Alcalá debe ser un poema. Jamás pisan un bar o una cafetería. Y no digamos ya un restaurante. Impensable. Nunca van al cine o al teatro, jamás van a un concierto. No compran discos, libros ni películas. Ni siquiera una revista de vez en cuando. Nada. No se dan ni un capricho. Espartanos hasta el delirio.
Total, que estamos pensando en hacer una colecta para sacar a cenar a la calle, una noche, a los Alcalá. O para que se bajen un fin de semana a Calahonda, que bien merecido se lo tienen. Y, por cierto, cuando termine este mes, esperamos que en IDEAL mantengan una iniciativa que ha concitado tanto interés. Eso sí, esta vez, no estaría mal que eligieran a una familia cuyos miembros echen primitivas, salgan de cañas de vez en cuando y desayunen en la cafetería de la esquina, que haberlos, debe haberlos.
http://blogs.ideal.es/pinchandoenhueso
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